La resaca de Toulouse-Lautrec.
Pongo los dedos sobre el teclado e intento escribir algo: ¿qué puedo contar? ... tenía la esperanza puesta en el verano y debo pasar de nuevo por el taller de reparaciones cuando apenas acabo de salir.
¡Ains! qué hermoso sería ser una alondra al comienzo del verano, emitiría bellos trinos, volaría sobre las praderas y los campos de trigo. Comenzaría una danza elevándome ligeramente desde el suelo, aleteando mientras cantaba y subiendo cada vez más alto hasta casi desvanecerme en el cielo....
En fin, intentaré tomar al pie de la letra el refrán venezolano que me recordó Alí, buen amigo de palabras compartidas: " Pa' lante es pa' allá", el tiempo no da revancha y los percances no deben distraer ni desmotivar, hay que continuar siempre y ante todo.